El Poder Ejecutivo tiene una capacidad legislativa mayor que el propio Parlamento. Esto plantea un desafío importante en términos de equilibrio de poderes y destaca la necesidad de fortalecer la capacidad legislativa del Congreso en relación con la propuesta y aprobación de leyes.

Es fundamental evaluar el desempeño legislativo, recordando que la democracia es un bien frágil que depende de la vitalidad de sus instituciones. La democracia no es solo una formalidad; requiere un funcionamiento efectivo de las instituciones para preservar su esencia, subrayó Mathias Nebel, Director del Instituto Promotor del Bien Común de la UPAEP, al presentar el “Reporte de Actividades del Segundo Año de la LXI Legislatura del Congreso de Puebla”.

Para llevar a cabo esta evaluación, el Dr. Nebel explicó la metodología utilizada por el observatorio legislativo, que aborda tanto aspectos cuantitativos como cualitativos. La evaluación cuantitativa se centra en verificar el cumplimiento de los elementos fundamentales de un congreso, mientras que la evaluación cualitativa se basa en una metodología propuesta por la Unión Interparlamentaria, que analiza cinco dimensiones esenciales del trabajo legislativo.

El trabajo fue hecho por analistas de la UPAEP, la Universidad de las Américas Puebla, el Instituto Tecnológico de Monterrey campus Puebla, la Ibero Puebla, y la BUAP (Benemérita Universidad Autónoma de Puebla).

Señaló que las cinco dimensiones evaluadas son:

Representatividad: El Parlamento debe reflejar la diversidad de la población. La representatividad del Congreso de Puebla obtuvo un promedio de 2.47 sobre 5, mostrando deficiencias en la representación de poblaciones indígenas y de género.

Control Ejecutivo: El Congreso de Puebla recibió una puntuación baja de 1 sobre 5 en esta dimensión, indicando la falta de facultades legales para ejercer un control efectivo sobre el Ejecutivo, lo cual es esencial para el buen funcionamiento de la democracia.

Capacidad Legislativa: Con un promedio de 2.30 sobre 5, se identificó una actividad legislativa regular. Sin embargo, se destacó la demora de 53 días para aprobar una iniciativa y un significativo retraso en la atención de propuestas de ley, planteando interrogantes sobre la eficiencia legislativa.

Transparencia y Accesibilidad: La transparencia y accesibilidad del Parlamento obtuvieron una puntuación baja de 2.11 sobre 5, evidenciando dificultades para que la sociedad civil acceda a la información del Congreso.